jueves, 13 de septiembre de 2012

ADMIREMOS A UN MAESTRO DE LA ACTUACION




Vittorio Gassman
Enrique Gassman, era un ingeniero alemán que había viajado a Italia para
trabajar por un tiempo, pero terminó quedándose por el resto de su vida. Siempre
se consideró alemán. No quiso adoptar la ciudadanía italiana Allí conoció a su
mujer Eloisa Ambron, una actriz frustrada por la intransigencia de sus padres.
Instalados en Génova, Enrique y Eloisa tuvieron un hijo el 1° de septiembre de
1922, al que anotaron en el registro civil con el nombre de Vittorio Gassman.
También tuvieron una niña a la que llamaron María.
En su biografía, Gassman escribió: "Si, nací, por lo tanto, en Génova y allí
pasé mis primeros cinco años de vida. Le escatimo los pormenores caseros: nada
me aburre tanto en las biografías como las imágenes desmochadas de un lecho
protector sobre el que se inclinan perfiles de madres y de tías, de viejos
barbudos que se recortan al fondo de severas bibliotecas, y la extorsionística
sinfonía de los olores y los colores remotos".
Cuando el pequeño Vittorio tenía 5 años la familia se mudó a Roma, y a los 6, se
fueron a vivir a Calabria, en Palmi, donde Enrique fue contratado para construir
casas antisísmicas. Gassman rememoró años más tarde: "Allí jugaba a la bandera y
a la guerra francesa. Recuerdo que era un jardín público, con árboles de cortas
y anchas palmas de hojas amarillentas".
De Enrique su padre conservó el recuerdo de un hombre que "reunía en sí todo lo
gigantesco: estatura, voz, cólera, románticos abandonos y ternuras". Y agregó:
"Yo lo amaba muchísimo. Hablar con el era como hablar con uno mismo porque
establecía una complicidad cálida y al mismo tiempo vigorosa. Jugaba conmigo, no
vacilaba en ponerse pantalones cortos para salir a jugar al fútbol conmigo.
Siempre encontraba una forma maravillosa de distraerme. Junto a él todo
resultaba poético".
Luego la familia Gassman fue a la Vía delle Terme Deciane en Roma en donde
Vittorio estudió en el Liceo Tasso. A los 14 años, su querido padre, Enrique
murió y Vittorio no pudo llorarlo: "El dolor llegaba, no cancelado, ni
mitigador, sino como alejado de mí, para que yo lo viese (o controlase) en el
mismo instante en que lo experimentaba".
Eloísa, la madre compró un pequeño departamento en Vía Córsica y empezó a
ejercer como maestra. "Ella se ocupó de organizar mi vida y la de María, mi
hermana. No nos faltó la escuela, la gimnasia, los cursos de danza o piano, ni
la comida".
A los 18 años ingreso en la Facultad de Derecho. Soñaba con ser escritor y se
destacaba notablemente en el basquetbol. Con su metro noventa, llegó a formar
parte de la selección de basquet. Pero su madre cargaba encima con una antigua
frustración e incentivó a su hijo para anotarse en la Academia de Arte Dramático
dirigida por Silvio Dámico.
Los comienzos teatrales
En 1943, luego de estudiar durante dos años en la Academia, le ofrecieron un
papel en la obra teatral La Enemiga, de Darío Niccodemi. Todo fue bien en la
presentación hasta el final de la obra en el que tenía que decir entre lágrimas
la palabra ¡Mamá!, tres veces. Al llegar el último acto, Gassman declamó: "He
atravesado toda Francia para traer la pequeña palabra que millones de
combatientes esperan...!". Cuando la actriz le dijo: "Dila", Gassman entre
llantos, sólo pudo decir: "¡Babá!, ¡Babá!, ¡Babá!". Fue su debut.
Al finalizar sus estudios académicos, fue contratado por Elsa Merlini. Trabajaba
tanto que apenas contaba con el tiempo necesario para escribir poesía, otra de
sus pasiones.
Los críticos teatrales lo reconocieron inmediatamente y fue calificado como el
mejor de los actores jóvenes en el año 1944. Al finalizar la Segunda Guerra
Mundial, Laura Adani lo eligió como primer actor y junto a ella debutó en Roma.
Más tarde fue dirigido por Eui Montagliati y Rina Morelli.
Al año siguiente recibió su primer contrato cinematográfico de la mano del
célebre productor Carlo Ponti.. La película se llamaba La flecha en el costado.
Cuando llegó al primer ensayo, le tiñeron el pelo de rubio, ya que era poco
vendible un actor joven de pelo negro y, además, el maquillador se encargó de
aplanarle la nariz y levantarle las orejas. Gracias al armisticio, el rodaje de
la película fue suspendido.
En el comienzo de la posguerra, se casó con Nora Ricci, nieta de un renombrado
actor italiano, Ermete Zacconi. Tuvieron una hija a la que llamaron Paola.
En 1946 intervino en su primera película Preludio de amor, dirigida por Giovanni
Paoulucci. En 1947 participó en La hija del capitan de Mario Camerini, El judío
errante, de Goffredo Alessandrini y Las aventuras de Pinocho, de Gianetto
Guardone.
Al año siguiente Ricardo Fredda lo dirigió en El caballero misterioso y actuó
bajo las órdenes de Giuseppe De Santis junto a Silvana Mangano y Raf Vallone.
En 1949, volvió a actuar con Mangano en La loba, bajo las órdenes de Duilio
Colett. Trabajó junto al célebre tenor Benjamino Gigli en Una voz del corazóni.
He soñado el paraíso de Giorgio Pastina y Lo sparviero del Nilo de Giacomo
Gentilomo. Ese mismo año, Luchino Visconti lo dirigió en teatro en Un tranvía
llamado deseo de Tennessee Williams.
En Hollywood junto a Shelly Winters
En 1951 conoció en Roma a la actriz norteamericana Shelley Winters, entonces una
sex symbol. Primero Gassman elogió la labor de la actriz en Un lugar bajo el
sol. Luego, Winters le devolvió las flores ponderando la labor del actor en
Arroz amargo. La noche finalizó en la habitación 369 del hotel Excelsior de
Roma. Pero el romance no termino ahí. Con ella se fue a Holywood a probar
suerte.
EL 28 de abril de 1952, viajó con Shelley Winters a Ciudad Juárez en México,
para divorciarse de Nora Ricci. Una vez finalizado el divorcio, Shelley y
Vitttorio tomaron un avión hacia Tijuana, en Estados Unidos y dos horas mas
tarde se casaron. Al salir de la oficina del Registro Civil, Shelley volvió a
entrar para casarse con Dino de Laurentis. Claro que este era solo un casamiento
por poder, ya que Winters reemplazaba a Silvana Mangano que estaba en Roma
esperando un bebé.
Shelley Winters se encargó de organizar una campaña publicitaria en apoyo de
Gassman. El resultado no se hizo esperar. Casi simultáneamente rodó dos
películas en Hollywood: La muralla de cristal dirigida por Maxwell Shane y
Sombrero, el musical de Norman Foster junto a Ricardo Montalbán.
Gassman dividía el año entre Hollywood y Roma. En Italia se dedicaba a su gran
pasión: el teatro fundando la Compañía Vittorio Gassman y en noviembre del año
1952, pudo por fin llorar la muerte de su padre, interpretando a Hamlet en el
teatro Valle de Roma. Allí se dio la catarsis: "Lo enfrenté con lo mejor que
tenía: mis 30 años y la deuda de dolor... Cada vez que preciso de la conmoción,
recurro al encuentro con mi padre y me basta con una sola imagen suya para
sentir que la emoción sube hasta alcanzar las lágrimas", aseguró en un
reportaje.
El 14 de febrero de 1953 nació su segunda hija María Vittoria, la primera con
Shelley Winters. Como en ese momento se encontraba trabajando en Roma no pudo ir
a Nueva York para su nacimiento, y recién la conoció tres meses más tarde.
Esto provocó el enojo de Winters. Además, se rumoreaba que Gassman tenía un
amorío con la actriz italiana Ana María Ferrero. El perdón llegó y Gassman
siguió filmando en Estados Unidos. En 1954 filmó Rapsodia de Charles Vidor,
junto a Elizabeth Taylor y la coproducción italo-norteamericana Mambo, dirigida
por Robert Rossen.
La relación con Winters no daba para más. Herida declaró a la prensa: "Vittorio
es un actor de cuarta categoría y sólo se casó conmigo para poder trepar en
Hollywood". Ella le pidió el divorcio y le fue concedido en el tribunal de Santa
Monica en Estados Unidos. La custodia de María Vittoria quedó a cargo de la
actriz.
Gassman abandonó Hollywood y se instaló definitivamente en Roma: "Sentía una
enorme nostalgia, no de Italia. Sentía nostalgia de Europa. Me faltaban París,
Roma, Madrid, Londres, todo", confesó en un reportaje.
Gassman siguió con su carrera cinematográfica protagonizando en 1955, La mujer
más hermosa del mundo, junto a Gina Lollobrigida.
Al año siguiente King Vidor lo llamó para participar en un rol secundario en La
guerra y la Paz. Sergio Greco lo dirigió en Furia bárbara, junto a Anna María
Ferrero quien también lo acompañó en Genio y figura, su primer película como
director. Su cuarta película del año fue Escándalo en Milan.
Los desconocidos de siempre
La consagración llegó con el personaje de Pepe, un ladrón tartamudo, en Los
desconocidos de siempre de Mario Monicelli, que se convirtió en el éxito de
taquilla más grande de Italia. Allí apareció el genial comediante en un éxito
que se transformó en mundial, recibiendo el premio Cinta de Plata. Luego filmó
La tempestad de Alberto Lattuada y Virgen y pecado, con Carol Baker.
En 1959 Mario Monicelli lo volvió a dirigir en La gran guerra junto a Alberto
Sordi y Silvana Mangano. Por esta película, Gassman y Sordi ganaron el premio
David de Donatello. Participó en El milagro, de Irving Rapper y protagonizó El
audaz golpe de los desconocidos de siempre, junto a la debutante Claudia
Cardinale.
La pareja de Gassman con Ana María Ferrero seguía viento en popa, pero él no
tenía la menor intención de contraer matrimonio. Mientras la actriz filmaba en
Francia con Jean Claude Brialy se hizo un alto en el set de filmación para
festejar el cumpleaños del actor. Ferrero y Brialy se pusieron a bailar y los
fotógrafos le pidieron que le de un beso de cumpleaños. La actriz "ingenuamente"
aceptó y al día siguiente apereció publicado en los diarios, que ella se había
cansado de esperar la propuesta de matrimoniode Gassman. Cuando Anna volvió a
Italia, Gassman decidió cortar la relación que ya llevaba siete años. Luego la
actriz declaró a la prensa: "Seis de los siete años estuvieron de más". En 1960
fue dirigido por Dino Risi en Il mattatore.
Gassman se refugió en el teatro, creando el Teatro Popular Italiano y filmando
Fantasmas en Roma, de Antonio Pietrangeli con su amigo Marcello Mastroianni.
Luego vinieron Crimen en Montecarlo junto a Alberto Sordi, Silvana Mangano y
Nino Manfredi. Tambien participó en El juicio universal, de Vittorio de Sica y
en Alma Negra de Roberto Rossellini.
En 1961 Gassman se enamoró de la actriz sueca Annette Stroyberg, ex esposa de
Roger Vadim.con quien trabajó en Smania Siciliana.
La época de oro de Gassman
1962 fue el año de la consagración definitiva de Gassman con Il sorpasso, de
Dino Risi, junto a Jean Louis Trintignat. La película fue un impresionante éxito
mundial, recaudando millones de dólares. Gassman no sólo acrecentó su fama sino
que se volvió millonario debido al éxito de la película.. Gran parte de su
dinero lo invirtió en su gran amor: el teatro. No fue la única película que
filmó ese año: Amores difíciles con Nino Manfredi y Catherine Spaak, La marcha
sobre Roma de Dino Risi, Barrabas, la película protagonizada por Anthony Quinn y
El día mas corto de Sergio Corbucci.
En teatro interpretó dos obras de Pirandello: El caos y Esta noche se improvisa,
La pareja con la actriz sueca fue apagándose poco a poco hasta que conoció a la
actriz francesa Juliette Mayniel. El flechazo fue instantáneo y Annete se volvió
a Suecia.
En 1963 filmó El suceso de Mauro Morassi con guión de Ettore Scola, otra vez con
Trintignat, esta vez acompañados por la francesa Anouk Aimée. Otro gran éxito
fue Los monstruos de Dino Risi, con guión de los talentosos Age y Scarpelli,
compartiendo cartel junto a Ugo Tognazzi y Lando Buzzanca.. Tambien junto a
Sandra Milo y Philippe Noiret actuó en Frenesí de verano de Luigi Zampa.
Escándalo en Argentina
En 1964 Gassman vino a la Argentina a filmar El gaucho de Ettore Scola. Entre
los actores argentinos que acompañaron a Gassman se encontraban Nora Cárpena,
Guido Gorgatti y Nelly Panizza.
Gassman vino a la Argentina acompañado de su mujer Juliette Mayniel.
Lamentablemente la actriz francesa intentó quitarse la vida en la habitación 805
del Alvear Palace cuando se enteró que Vittorio lo engañaba con otra mujer. Una
mucama la salvo justo a tiempo.
También asistieron juntos al VI festival internacional de Mar del Plata. Fue
allí en donde concibieron a su hijo Alessandro.
En 1966 protagonizó la maravillosa La armada Brancaleone de Mario Monicelli con
guión de Age y Scarpelli y también filmó L'Arcidiavolo de Ettore Scola.
En 1967 protagonizó El tigre, dirigida por Dino Risi y acompañado por Ann
Margaret y Eleanor Parker y también El profeta, de Dino Risi con Ann Margaret,
Lo scatenato, de Franco Idovina y Questi Fantasmi. con Sofía Loren y Marcello
Mastroiani.
En 1968 y 1969 filmó varias películas sin importancia y dirigió L'alibi, hasta
que en 1970, retomó la saga de Brancaleone con Brancaleone en las cruzadas, de
Age y Scarpelli, dirigida por Mario Monicelli con un gran éxito de público y de
crítica. Al año siguiente filmó bajo las órdenes de Dino Risi, En el nombre del
pueblo italiano, junto a Ugo Tognazzi.
Desde entonces está con su cuarta mujer, Diletta D'Andrea, divorciada del
director Luciano Salce, con quien tuvo un hijo, Emanuele Timothy
En 1972 dirigió su tercera película: Senza famiglia, nullatenenti cercano
affetto, con Agostina Belli. Y en 1973 participó en la coproducción italo
española ¿Qué nos importa la revolución?.
La madurez de los 50
1974 fue un gran año para Gassman y para el cine. Protagonizó dos excelentes
películas: Perfume de mujer de Dino Risi con Agostina Belli en donde
interpretaba magistralmente a un ciego y por el que ganó el premio al mejor
actor en Cannes. La otra película fue Nos habíamos amado tanto dirigida por
Ettore Scola con guión de los geniales Age y Scarpelli. En la película lo
acompañaban Nino Manfredi, Stefania Sandrelli y Stefano Satta Flores. Allí
también se le hace un homenaje póstumo a Vittorio de Sica y simulan la filmación
de La dolce vita con Federico Fellini y Marcello Mastroianni interpretándose a
ellos mismo.
En 1976 participa en una extraña película, El desierto de los tártaros, junto a
Giulianno Gemma, Jean Louis Trintignat y Fernando Rey. Dos años más tarde
participa en uno de los sketches de Los nuevos monstruos, la secuela de Los
monstruos.dirigida por Monicelli y Risi.
Luego de ganar el premio de Cannes filmó otras dos películas en Hollywood bajo
las órdenes de Robert Altman: Quinteto y La boda.
En 1979 impulsado por su rechazo al terrorismo, aceptó protagonizar Caro papá de
Dino Risi, en donde interpretaba a un empresario víctima de una organización
terrorista en la que participaba su hijo. La mirada de Gassman al finalizar la
película frente a su hijo, es de antología.
Al año siguiente filmó La terraza, una película que en la Argentina se vio con
30 minutos de menos debido a la censura imperante. En 1982 dirigió Di padre in
figlio.
En 1983, la crítica francesa reconoció unánimemente el talento actoral de
Gassman luego de la maratón teatral de seis días que dio en el Teatro Mogador.
Hubo que esperar hasta el año 1987 para que Gassman participara en otra
excelente película y esta fue La familia de Ettore Scola junto a Steffania
Sandrelli y Fanny Ardant. Ese mismo año filmó junto a Marcello Mastroianni, Los
desconocidos de siempre, veinte años después.
Las películas posteriores de Gassman pasaron sin pena ni gloria. El teatro pasó
a ser su refugio natural. Con Diletta D'andrea tuvo su cuarto hijo, Giacopo.
"Diletta es una mujer muy sólida. Me ayudó a comprender que la familia es un
apoyo cardinal clásico. Es una gran dicha para mí, el haber hallado en la
madurez una estructura familiar estable. Quizás cometí la locura de tener un
hijo que bien podría ser mi nieto. Pero sabía que Giacopo sería un estímulo, una
cura reconstituyente", dijo Gassman.
La gran depresión
A mediados de los 80 se presentó con 5 funciones (su número favorito) en la
Argentina con Il teatro fa male, un espectáculo teatral que constaba de una
primera parte con un monólogo de Kafka y un acto El hombre de la flor en la boca
de Pirandello. El segundo acto era Il teatro fa male de Luciano Codignola.
En los años 90 Gassman cayó en una profunda depresión: "Le temo a la muerte...
mas que temor, detesto la idea de la muerte por que con ella se acaba la
palabra. Si. A ese silencio siniestro temo. Y la muerte es demasiado corta. Uno
empieza a morir y ya está, se acabó. Ahora estoy preparado para recibirla... Lo
que más detesto de la muerte es que luego de ella no se habla y para mi hablar
es indispensable. Cuando estoy sólo, hablo. Luego del nacimiento de los hijos,
del amor, de la belleza de la mujer, viene de inmediato la palabra...", y
agregó: "Fue horrible verme como una caricatura de mi mismo, inapetente y por
sobre todo silencioso. Días y días de silencio frente a un muro. Días de soledad
y miedo, enfermo del cuerpo y del alma... Yo no estaba enfermo. Estaba muerto".
En 1993 presentó el espectáculo teatral, Camper, como autor director y primer
actor al que definió como "farsa edípica en dos tiempos y diez rounds". Fue muy
maltratado por la crítica y eso incentivó su depresión. Su hijo Alessandro dijo:
"Papá no acepta la edad y el envejecimiento, ese es su principal problema". En
1995, Vittorio fue internado en una clínica de Roma para combatir la depresión.
Según Alessandro, cada vez que su padre está deprimido escribe y fue entonces
que escribió Memorias en un desvan.: "Tengo mucho dinero. Tengo muchos amigos.
Tengo mujer y cuatro hijos. Dicen que soy uno de los tres más grandes actores
del mundo. Entonces, ¿Por qué todo esto se diluye en una sensación de vacío
perpetuo?"
En 1999, Gassman anunció en Roma que después de haberse despedido del teatro en
Génova, Roma y Palermo, lo hará también en Buenos Aires en donde cuenta con un
público entrañable. Aquí presentará El adios del mattatore en el II Festival
Internacional del Teatro que se celebra cada dos años en nuestra capital y que
Gassman inaugurará el 9 de septiembre en el Teatro Colón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario